PARTICIPACION POLITICA DE LAS MUJERES INDIGENAS
Documento elaborado para la Sexta reunión del Consejo de Participación Política Indígena, KAS
Esther Prieto, Jurista paraguaya
Pienso yo que hablar de la participación política de las mujeres
indígenas, implica entender en primer lugar
el tema de la presencia indígena en el Estado en general. Respecto al
protagonismo de las personas indígenas en los comicios electorales, concuerdo con mi colega Mabel Villalba en el Anuario Latinoamericano de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, Volumen 5, en el que expresa que la presencia de
hombres y mujeres indígenas en los cargos electivos, se halla subordinada al diseño de las instituciones
políticas encargadas de la Cuestión Electoral, y - agrego yo-, que el sesgo dominante de la
omnipotencia del Estado, es básicamente
patriarcal.
Es verdad también, que los
sistemas electorales en nuestra región
en general, vienen, desde hace tiempo
tratando de corregir y mitigar los modelos que han ido prevaleciendo,
comenzando con el sistema de mayoría con prima, y avanzando en estas últimas
décadas con el sistema proporcional D´Hont y otros por el estilo. Estos modelos
tienen en común la negación del abordaje de la diversidad.
Ciertamente, el Sistema D´Hont se introduce en la región con los procesos democráticos
post-dictaduras, y parecía ser la panacea de la participación equitativa,
pero termina al final creando serias dudas o decepcionando a las minorías y
sectores menos privilegiados de la sociedad. Por qué?
Con la conquista de la
libertad de expresión, aparecieron las campañas
políticas electorales, como clones de
otras sociedades de capital, y al final terminan con la victoria de los
candidatos que han colocado más dinero en sus campañas. No podemos negar que la
plutocracia electoral ha sido el eje conductor de nuestras elecciones en estos
últimos tiempos, y es actualmente el
virus de la cuestión electoral. Esta
realidad, obviamente no favorece ni
favorecerá a las sociedades indígenas.
La Ciudadanía intercultural
Todos sabemos también que la Ciudadanía Intercultural ha estado
ausente e ignorada hasta hace muy poco tiempo. Y creo yo, que solo
excepcionalmente, se logró incidir en estos rígidos sistemas en nuestros países.
En la publicación de PNUD- DARLC, sobre Ciudadanía Intercultural, Quito, Ecuador, Año 2013, la
mayoría de los prestigiosos autores de los artículos manifestaron la dificultad
para encontrar en las estadísticas datos
segregados con variable indígena.
Los autores del referido documento presentaron estadísticas construidas por vía de extracción de
datos, como puedo hacerlo yo, por ejemplo, con el Distrito de Irala Fernández
en el Chaco Paraguayo, diciendo que en la Junta Municipal se cuenta con dos
concejales indígenas de los 12 miembros, pero esa identidad étnica no se lee en
las estadísticas, yo lo sé porque conozco a los indígenas que integran la Junta
Municipal. Esa es una extracción. La identidad de los pueblos de las personas indigenas no está escrita
en un listado con segregación de datos con variable indígena, en las estadísticas oficiales. Sólo se la invoca durante las
campañas, y luego, ellos están allí como si fueran los demás paraguayos, sin la
visibilidad de sus propias identidades.
La cuestión de la participación
En el caso paraguayo, tal como describe Villalba (2017: 244), en el 2000 y 2001 surgierondos organizaciones políticas indígenas –de concurso regional-; tales fueron el Movimiento19 de Abril (M19), y el Movimiento 11 de Octubre (MIO). En el 2017, se conformó elprimer movimiento político indígena que competiría de manera autónoma y por cargos a nivel nacional como la Cámara de Senadores para las elecciones generales del 2018(ibídem: 246), sin haber obtenido las bancas anheladas. En este sentido, Prieto (2013: 89)
dice que de momento, los indígenas tienen escasa posibilidad de ganar elecciones si van solos, necesitan construir alianzas desde su autonomia. (Jorge Melgarejo, citando a Villalba y Prieto)
La cuestión de la participación
En el caso paraguayo, tal como describe Villalba (2017: 244), en el 2000 y 2001 surgierondos organizaciones políticas indígenas –de concurso regional-; tales fueron el Movimiento19 de Abril (M19), y el Movimiento 11 de Octubre (MIO). En el 2017, se conformó elprimer movimiento político indígena que competiría de manera autónoma y por cargos a nivel nacional como la Cámara de Senadores para las elecciones generales del 2018(ibídem: 246), sin haber obtenido las bancas anheladas. En este sentido, Prieto (2013: 89)
dice que de momento, los indígenas tienen escasa posibilidad de ganar elecciones si van solos, necesitan construir alianzas desde su autonomia. (Jorge Melgarejo, citando a Villalba y Prieto)
Cómo se sitúa la participación de la mujer indígena en este
panorama, especialmente cuando las mujeres del mundo han venido buscando
mecanismos para lograr su protagonismo en los cargos electivos ? Basta leer la historia de los votos de las
mujeres en el mundo para ver esa realidad. En la mayoría de nuestros países las
mujeres accedieron a la ciudadanía electoral en la segunda mitad del siglo XX.
En Europa un poco antes, se inició en 1918, con el voto de las mujeres
alemanas.
Veamos también, que la
participación indígena en sí misma es
una cuestión de controversia, aunque los propios pueblos indígenas
vienen buscando desde hace más de cinco siglos sus propias estrategias para no
quedar afuera, pero al mismo tiempo, estar adentro sin perder su identidad.
Junto con ellos, nosotros,
los profesionales, estamos en un movimiento pendular, con la confianza ganada desde las
organizaciones indígenas, tratando de soñar como un pensamiento mágico, con la participación, para estar con uno y con otro, de ambos
lados, que difícilmente se encontraran
en un término común, a no ser que tengamos humildad y respeto..
Todos sabemos que los sistemas de elección de autoridades de los
pueblos indígenas, nada tienen que ver con el voto individual, libre y secreto que se les impone en nuestros
sistemas. Todos sabemos que los pueblos indígenas se desenvuelven con sistemas
colectivos de participación incluyente, donde casi no se excluyen a las
mujeres, y donde en la mayoría de los
casos, la división del trabajo por sexo no implica desigualdad. Qué difícil
debe ser para las mujeres indígenas, acomodarse a sistemas que le son extraños. Tenemos mucho que aprender de ellas...
Ahora escuchamos a las mujeres indígenas que dentro de este escenario,
ellas también buscan, con todo derecho, su lugar en los centros del poder público. Ese es nuestro enredo principal. Sabemos verdaderamente qué piensan los varones indígenas al respecto?
Sabemos con certeza el conflicto de las
mujeres indígenas tratando de lograr un sitio público, cuando los varones de su
colectividad aprendieron de nosotros, el predominio del varón en la cuestión
publica?
Mujer Indígena
Ser mujer quiere decir
tantas cosas, hay tanta diversidad de mujeres como de los varones. En el caso de las mujeres indígenas,
tenemos que sumar la diversidad de pueblos indígenas de cada Estado, y la
diversidad en nuestra región. Vemos también a mujeres indígenas en roles internacionales
importantes en una elite inalcanzable
para otras mujeres indígenas que nunca han salido de su vida comunitaria. No es
tan fácil hablar de las mujeres indígenas. Palabras, genéricas, fáciles pero de contenido muy complejo.
Entonces, quien es esa mujer indígena de la que hablamos? Trabajé con las organizaciones de las mujeres indígenas en mi país. Trabaje desde mi lugar de Consultora de Naciones Unidas en todos los Diálogos sobre Ciudadanía, con las organizaciones de las Mujeres Indígenas. ( Publicación de Naciones Unidas, Paraguay, 2017) Tengo aquí la lista de las organizaciones participantes, y hoy puedo decir que conozco sus sueños, pero la pregunta es cómo lograrlos.
Entonces, quien es esa mujer indígena de la que hablamos? Trabajé con las organizaciones de las mujeres indígenas en mi país. Trabaje desde mi lugar de Consultora de Naciones Unidas en todos los Diálogos sobre Ciudadanía, con las organizaciones de las Mujeres Indígenas. ( Publicación de Naciones Unidas, Paraguay, 2017) Tengo aquí la lista de las organizaciones participantes, y hoy puedo decir que conozco sus sueños, pero la pregunta es cómo lograrlos.
Ellas, las mujeres indígenas de Paraguay,
me han dicho que no saben si plegarse a
las decisiones de sus comunidades o asociarse a una organización de mujeres
feministas para entrar en las listas electorales. En mi país hay que entrar en las listas de los partidos o
movimientos políticos, o generar un movimiento político con reglas bastante
limitantes por cierto.
Los partidos políticos han desarrollado, en general, una relación de
cooptación y utilización de los pueblos indígenas, de acuerdo a la percepción
de las mujeres. En periodos electorales, los compromisos son solucionar
sus problemas y ayudar a resolver sus necesidades. El incumplimiento post elecciones de estos compromisos es una constante,tal y como lo relatan mujeres de diferentes pueblos:
“Los políticos tradicionales no cumplen sus promesas. Nuestras comunidades
están muy mal: ahora, por ejemplo, hay mucha sequía. Cuando
ellos llegaban a nuestras comunidades prometían muchas cosas y
ahora no pasa nada. ¿Qué vamos a esperar? No vamos a recibir nada
porque ellos trabajan para su gente, para su bolsillo. Y nosotros sufrimos
mucho porque no tenemos agua. No llueve y no hay nada. ¿Qué
pensaban ellos de nosotras? Que las mujeres teníamos que trabajar
en política pero no en otro partido” (Lola Jumine. Pueblo Ayoreo).
“Hay mucha necesidad, hay mucha carencia en cada pueblo indígena,
por eso es que estos políticos cuando les ofrecen alimentaciones, les
ofrecen doscientos o trescientos mil (guaraníes), ellos por supuesto
que aceptan, porque están con necesidad” (Venancia Cáceres. Guaraní
Occidental).
Ellas se mueven en un movimiento multifocal, que deben conciliar, se les ofrece un menú muy
tentador. Eso implica un enorme esfuerzo: Y se preguntan: “Estoy con la
estrategia de mi pueblo o estoy con las reivindicaciones de las organizaciones
de mujeres? ” O me incorporo
directamente a un partido político mayoritario? Conocemos a Maria, Leader Qom, lider de su comunidad, quien debe hacer un gran esfuerzo para integrarse a la lista partidaria, aunque
contribuye con buena cantidad de votantes.
Y en este contexto, surge la pregunta: Qué implica para la fuerza del derecho colectivo de los pueblos indígenas que las mujeres se integren a una organización de mujeres feministas o de mujeres de Partidos Políticos? O que se organicen en una Asociación de Mujeres Indígenas?
Y en este contexto, surge la pregunta: Qué implica para la fuerza del derecho colectivo de los pueblos indígenas que las mujeres se integren a una organización de mujeres feministas o de mujeres de Partidos Políticos? O que se organicen en una Asociación de Mujeres Indígenas?
Ese es hoy, el principal dilema de las mujeres indígenas. Las feministas han
avanzado, pero no lo que quisieran y siguen construyendo utopías. Pienso yo,
que las mujeres indígenas también la tienen, pero que su desafío transita por
un camino mucho más sinuoso.
Cuota de participación
Que quiere decir Cuota? La cuota es un
invento del siglo XX. Es un aporte de las feministas en un intento (entre las que me incluyo) que en
nuestro candor creímos que la cuota de 20, 30 % o más como mínimo, la que los dirigentes políticos convirtieron en en el "máximo", resolvería el problema
de la exclusión que preponderaba en la formación de las listas eleccionarias de
los partidos y movimientos
políticos. Un valioso aporte de acción
afirmativa, forjado en las luchas por la igualdad en la segunda mitad del siglo
XX. Hoy, ante el fracaso de las cuotas, las mujeres han planteado algo un poco
más decente: la paridad.
Y es
asombroso, que cuando las mujeres
descubrieron que las cuotas no les han
servido con satisfacción, se plantea en varios grupos, la cuota de
participación para las personas indígenas. Francamente, no entiendo, pero
respeto. Pueblos Indígenas no son un sector de la población. Son pueblos con
derecho a la libre determinación, y allí aparecen mis dudas.
Actualmente, los partidos y movimientos políticos, a sabiendas,
ofrecen algunos lugares para un mínimo
de indígenas en sus listas, y por ese reducido espacio, se disputan silenciosamente entre sí, las
personas indígenas que tienen interés en ocupar los escaños ofrecidos en el
Parlamento o en los Municipios o Gobernaciones.
Supongamos al fin, y lo acepto como proceso, que se aplique una
legislación de las cuotas para personas indígenas las que deberían ser sin distinción de sexo. En este caso, que harían las mujeres? Tendrían que buscar
conseguir su cuota dentro de esa cuota? Y
si las mujeres indígenas forman parte de
las organizaciones de mujeres, tendrían que buscar su cuota dentro de esa cuota
para las mujeres?
Sistemas electorales.
Como reformarlos? Casi impenetrables, Férreos.
Herméticos El instrumento necesario, pero
el más peligroso de las democracias. Estos sistemas, generalmente arraigados en
viejas costumbres, han tenido un avance
del cual se jactan, cuando inventan algún maquillaje en su rígida estructura. Jorge Melgarejo en su paper de Maestria en Ciencia Política, Universidad Nacional de Asunción, año 2018 realiza un interesante analisis sobre el tema.
Y cuando hablamos de mesas y padrones
electorales, quisiera conocer si hay algún país donde se haya creado un Registro
Electoral con distinción de inscripción para indígenas con indicación de la
pertenencia a su respectivo pueblo. Creo que en México, o en Ecuador, lo están
iniciando. Habria que estudiar cómo lo están haciendo.
MI POSTURA; Priorizar la identidad indígena en los Registros Electorales y
promover las estadísticas elaboradas con la inclusión de la variable indígena.
No creo en las cuotas, pero las acepto como
proceso, para romper estructuras rígidas. Con toda honestidad pienso que la
participación política es algo que no puede
responder a una ecuación de número o de oportunidades de partículas
ofrecidas por las mayorías como concesión graciosa. El derecho ciudadano es más
amplio.
Ciudadanía intercultural implica la posibilidad de ejercer y gozar de
todos los derechos territoriales, educación, salud, nivel de vida adecuado y un
diálogo sincero. Dentro de ese criterio, debemos ser serios, y a mí no me queda
otra posibilidad que seguir los pasos
que las organizaciones indígenas vayan marcando en cada país y acompañar
profesionalmente sus procesos.
Somos diversos. En mi país, los pueblos que
se identifican como indígenas no superan a 140.000 personas, que constituiría
el 2, % de la población total. Pero tienen una gran riqueza, un gran poder, los 19 pueblos, ejercen sus
propios sistemas de liderazgo y sus propios sistemas de resolver sus
conflictos.
En ese contexto, estimo que un sistema de
Padrón Electoral, basado en el principio de identidad cultural, con distinción de la identidad étnica de cada
indígena inscripto en los Registros Electorales, pondrá luz y claridad de datos
en torno a cuántos indígenas están empadronados, y hallan inscriptos en cada distrito electoral. Estos
datos públicos darán una lectura de la realidad. Con la realidad se puede
avanzar, sin ella no.
Con esta información pública, las personas
indígenas hombres y mujeres, podrán
identificar cuantos están en
condiciones legales como electores y
como candidatos a ser elegidos, y podrán realizar negociaciones con otros
sectores femeninos o no femeninos de la masa electoral de su país.
Estimamos que con una información de esa
naturaleza, aunque muestren cifras minoritarias, permitirá la construcción de alianzas en el
marco de afinidades y solidaridades. Construcción de alianzas con otros
sectores. Porque solos o solas, no llegan. Con las cuotas, no sé. Con alianzas sí.
Hombres y Mujeres Indígenas gozan del derecho a la libre determinación y necesitan
un nuevo Pacto con el Sistema Electoral
y sistemas de Registro en los Padrones Electorales de nuestros países.
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 23 de Febrero de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario